Hola amigos! Hoy les voy a hablar sobre una de las tradiciones más conocidas del norte de Tenerife en este mes de noviembre. Empezamos:
Cada 30 de noviembre, al caer las hojas en el Norte de Tenerife, la festividad de San Andrés Apóstol se transforma en un fenómeno cultural que celebra la conclusión del ciclo agrícola y la apertura de un nuevo año de consumo. Lejos de ser solo una fecha hagiográfica, este día es el marcador temporal que da permiso a los tinerfeños para, literalmente, descorchar la recompensa a meses de esfuerzo: el vino nuevo.
Pero en el municipio de Icod de los Vinos, esta celebración enológica se marida con una de las tradiciones folklóricas más extremas del archipiélago: el vertiginoso Arrastre de las Tablas. Esta festividad es un testimonio de la cultura atlántica donde el disfrute pausado de la gastronomía se encuentra con una explosión de adrenalina.
El rito de la cosecha: abrir las bodegas
La tradición de San Andrés se consolida principalmente en los municipios con fuerte arraigo vinícola, como Icod de los Vinos y Puerto de la Cruz. La razón es simple: el 30 de noviembre, el mosto recolectado en la vendimia ya ha cumplido su proceso de fermentación, y el vino está listo para la primera cata social.
El inicio de la fiesta en Icod se formaliza con el acto cívico del "Descorche de la Primera Botella de la Cosecha del Año" en la Plaza Andrés de Lorenzo Cáceres. Este evento marca el preludio a la explosión festiva que se vive en las calles y en los guachinches, esos establecimientos tradicionales donde el vino nuevo es el protagonista indiscutible.
La mesa de San Andrés es tan importante como el vino. La degustación del nuevo caldo va acompañada de una tríada gastronómica con profundo arraigo histórico:
- El Vino Nuevo: Un producto con carácter forjado por los suelos volcánicos y el clima atlántico.
- La Castaña Asada: El maridaje de temporada por excelencia.
- El Gofio Amasado: La harina de cereales tostados, un alimento ancestral guanche, que completa el ritual, ligando las raíces prehispánicas con la herencia vitivinícola europea.
El desafío de la pendiente: el Arrastre de las Tablas
Mientras la mitad del municipio degusta y socializa, la otra mitad se prepara para un acto de valentía y velocidad extrema. Las Tablas de San Andrés son una de las tradiciones populares más antiguas de Tenerife, con una antigüedad que se remonta a hace más de medio milenio, aproximadamente desde 1521. La celebración se concentra en la víspera y el día de San Andrés (29 y 30 de noviembre).
El escenario de esta costumbre es la propia geografía de Icod de los Vinos. El municipio se asienta sobre laderas de gran pendiente, descendiendo abruptamente desde las zonas altas. Estas inclinadas calles son el corazón del rito:
- Calle San Antonio y sus aledañas.
- La mítica Calle de Antonio González, popularmente conocida como la Calle El Plano, famosa por su inclinación extrema y considerada la más peligrosa.
- Otras vías como Calle Hércules o Calle Los Franceses.
Pero, ¿Por qué esta tradición de correr las tablas?
Pues algunas personas dicen que la costumbre data del siglo XVI, cuando las empinadas calles icodenses se utilizaban para deslizar grandes tablones de madera desde los pinares superiores hasta la costa, ya que ese material se usaba para la construcción civil, naval y también claro para fabricar las barricas y los toneles para el vino.
La versión más popular de la tradición es que los viticultores usaban las tablas para transportar las barricas vacías hasta la playa de San Marcos para poder lavarlas con el agua salada del mar.
Independientemente de la utilidad original (transporte de madera o toneles), el rito de deslizarse se mantuvo, evolucionando hacia un desafío físico que hoy implica engrasar las tablas para alcanzar la máxima velocidad y usar guantes para controlar la fricción. Es una experiencia de velocidad pura que sorprende a los visitantes que se atreven a intentarlo.
Adrenalina regulada: Identidad y Seguridad
La fiesta de San Andrés es un pilar de la identidad icodense, transmitida de generación en generación. La juventud que sigue protagonizando la fiesta cada año hace que no se pierda.
Sin embargo, el riesgo inherente a deslizarse a gran velocidad por calles de fuerte pendiente ha obligado a las autoridades a establecer protocolos estrictos de seguridad. El Ayuntamiento de Icod de los Vinos, junto a otros municipios como La Guancha, implementa Planes de Seguridad y Emergencias que incluyen:
- Se cierran las calles: Restricción total del tráfico rodado en más de una veintena de vías.
- Se utilizan barreras de contención: Se colocan más de 20 toneladas de neumáticos en los puntos de llegada para amortiguar el impacto.
- Servicios de Emergencia: Despliegue de policía, protección civil y ambulancias medicalizadas.
- Regulaciones para Menores: Se recomienda que los menores de 14 años no se arrastren en calles peligrosas como El Plano, ni usen tablas de materiales que permitan velocidades excesivas, como el metacrilato. La responsabilidad de enseñar las técnicas y la seguridad recae explícitamente en los padres.
Para mí, las fiestas de San Andrés...
Son una muestra de cómo el pueblo es capaz de celebrar el esfuerzo de su trabajo al cosechar y catar los primeros caldos de la temporada, uniendo como siempre nuestro folclore musical con nuestras tradiciones. Alguna vez las he visto correr por calles más pequeñas, por municipios aledaños como San Juan de la Rambla, y siempre que me acuerdo las veo por la tele, que siempre suelen dar algún directo mostrando la tradición. Me produce una gran alegría porque ya relaciono noviembre con estas tradiciones, no puede llegar la Navidad antes de probar el vino nuevo, las castañas, y el gofio. Y volver a los guachinches, que tienen un sabor diferente este mes.
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