Hola amigos! Estamos a las puertas de despedir al año 2025, y eso da que pensar, sobre todo por cómo va el mundo últimamente.
Políticos preguntándose si la guerra vale o no la pena, cuando sabemos éticamente que no, bajo ningún concepto, es justo acabar con tantas vidas inocentes. O la mala gestión del gobierno de los países como el nuestro. O el cambio de la naturaleza por nuestro capricho humano. Quizás deberíamos mirar hacia el pasado, de nuevo a la antigüedad, a la Grecia del siglo V antes de Cristo, a repasar algunas de las ideas básicas de Aristóteles. Quizás deberíamos acordarnos de que todo está en un equilibrio, en algo llamado virtud, que no es ni un exceso ni un defecto, y que el verdadero acierto es saber cuál es el medio. Puede que debiéramos acordarnos de que para gobernar bien, hace falta estar del lado de los ciudadanos, y no del lado de la economía y del dinero, o solo del circo y de entretener a los ciudadanos, que parece que quieren entretenernos para que no pensemos en otra cosa, así como en la antigua Roma. Da la sensación de que ahora creamos mil inventos, unos que en el fondo nos hacen la vida más fácil, nos hacen actuar menos, automatizar más, pero muchas veces puede que no nos hagan falta, tanto objeto, tanto invento, igual deberíamos repensar aquella teoría de las cuatro causas de Aristóteles, y pasar más por ese filtro, y no solo por el del dinero. Tanto para el que gobierna, o para el empresario de las altas esferas, como para el que tristemente no tiene una vida cómoda, o no igual de cómoda que aquellos. Deberíamos de acostumbrarnos nuevamente y más en los tiempos que corren donde todo está cada vez más automatizado y somos muchas veces poco conscientes de muchos procesos, a pasar por el filtro de las cuatro causas. Causa material (¿De qué está hecho? ¿De donde viene?) Causa formal (¿Qué es? ¿Cuál es su forma o esencia?) Causa eficiente (?Quién o qué lo hizo? Sobre todo para saber qué cosa lo hizo algo o alguien) Causa final (¿Por qué fue hecho? ¿Para qué se hizo?) así dejaremos poco a poco de ir en piloto automático, de dejarnos persuadir por la economía de mercado, por el marketing, por la publicidad. Porque aprender de eso es interesante, más bien para realmente llamar la atención al cerebro en teorías donde tiene que poner el foco, y ponerle las cosas más fáciles y sencillas a la hora de entender, pero no para instarlo a comprar, vender...
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