El comienzo de una noche Halloween.
Caminaba por el campo, entre las flores de colores otoñales y el verdor de los caminos serpenteantes, era el último día de Octubre, y por los alrededores se sentía un ambiente mágico, fantasmagórico, y escalofriante. Bajo la falda de la montaña poco a poco el sol que reinaba en el cielo, pero que no tardaría en tornarse a un cielo cada vez más oscuro, frío y lleno de nubes negras, y entonces se asustó, con la oscuridad los árboles parecían monstruos horribles, que movían sus enormes ramas formando los brazos de grandes brujos que parecían blandir sus varitas, y haciendo que se sintiera atrapada aunque no fuera real, y el ulular de los búhos parecía que era el ruido de las brujas al acercarse con sus escobas. Con todo no pudo evitar preguntarse si estaba viviendo un sueño de terror para una noche de Halloween o si era un simple paseo entre los árboles de pino, laurisilva y tila tinerfeños.
Muy bonito,.... Creonque el miedo esbalgo de nuestra mente,...en ese caso en tu historia,sibla chica hubiera disfrutado de esa noche sin miedo sería bonito.es decir los monstruos y demás son cosas internas y que se controlan con la mente,es difícil pero no imposible. EL MIEDO LO CREA UNO MISMO
ResponderEliminarBSTS
Si... tienes razón... pero es lo que se me ocurrió ese día aquel sábado en Aspercan.
ResponderEliminarMuy bonito,...
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