Desde pequeña sentí inquietud por la música , me hacía y me hace feliz, me sirve de refugio, limpió mis lágrimas y me ayudó a mostrar más mi felicidad cuando la sentía. Estar al lado de un músico, de un instrumento, me llama mucho la atención, me apasiona. La música me acuna. Entre los recuerdos que tengo con la música (y estoy segura de que tengo bastantes...) es cuando me llevaban con el colegio al Teatro Guimerá en Santa Cruz de Tenerife, para ver conciertos de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, ya que cuando era pequeña aún estaban construyendo el Auditorio Adán Martín. Cuando veía tocar a la orquesta me parecía mágico, y pensaba que era muy muy difícil pertenecer a ese mundo, ya que lo veía muy lejano, muy irreal. En mayo del año 2018, tuve la maravillosa oportunidad con el proyecto La flor más grande del mundo, de conocer por primera vez a los músicos de la orquesta, dirigidos por una persona maravillosa y buen amigo Ignacio García Vidal, y conducido y narrado por mi g...