Marilena. Los primeros rayos de sol empiezan a asomar por la ventana de la habitación de Marilena, que despierta con un rostro relajado y radiante. Tiene ganas de ir a trabajar a Strawberrys Cream, porque quiere saber cómo ha descansado su amiga Eli. Cuando llega a la pastelería, después de ducharse y arreglarse a toda prisa, corre a abrazar a Eli. ¿Cómo estás? - le pregunta Lena a Eli. - Estoy bien, he dormido muy tranquila después de haberte contado aquello - respondió Eli, mientras le decía, miraba a los lados intentando ser discreta. - ¿Y tú? Estoy muy bien, me alegra mucho de que hayas tenido la confianza en mí para contármelo - dijo Lena, no muy alto, pues quería salvaguardar el secreto de ajenos. - Antonio. Antonio no veía la hora de poder ir a correos a enviar la carta que contenía aquel afectuoso mensaje que escribió por fin pensando en sus progenitores. Cuando abrió los ojos, recuperando de la jornada del día anterior, y bostezó todavía en la cama, no pudo evitar aco